martes, 30 de marzo de 2010

¿Educación = Seguridad?

Muchas veces, al hablar de seguridad, lo primero que solemos imaginar son policías, patrulleros, armas, etc. Los hechos nos indican que esta forma de pensar en seguridad es absolutamente normal. No obstante, se podría considerar parcialmente errónea, debido a que los cuerpos policiales y/o fuerzas de seguridad son solamente la parte visible de un verdadero sistema de seguridad pública.
La realidad es que la seguridad pública se encuentra organizada en un sistema, el cual abarca desde los Defensores Municipales de la Seguridad hasta el mismo Poder Ejecutivo.
Es decir, que estamos hablando de diferentes niveles de decisión, desde las directivas impartidas a nivel político, pasando por el accionar de los cuerpos de policía y/o fuerzas de seguridad, hasta la participación social; todas y cada una de estas acciones confluye para lograr el objetivo básico de la seguridad pública.

¿Cuál es este objetivo?
Al respecto, el art. 2 de la ley de seguridad interior es claro. Define la seguridad interior como “…la situación de hecho basada en el derecho en la cual se encuentran resguardadas la libertad, la vida y el patrimonio de los habitantes, sus derechos y garantías y la plena vigencia de las instituciones del sistema representativo, republicano y federal que establece la Constitución Nacional.”
Para conocer detalladamente que componentes conforman un Sistema de Seguridad Pública podemos tomar como ejemplo el artículo 5 de la ley 12.154 (Ley del Sistema de Seguridad Pública Provincial).
Sin embargo, nunca debemos olvidar que un Sistema de Seguridad Pública en el que cada uno de sus elementos no está respaldado por una política a largo plazo, suele convertirse en un sistema anárquico, sin roles claros, carente de objetivos estratégicos.
Aún menos debemos dejar de lado el “por qué” de la creciente necesidad de seguridad. La respuesta parece ser simple: el incremento de la inseguridad.
Antes de seguir avanzando en este tema, es necesario remarcar que la inseguridad en sí misma se traduce en una sensación provocada por hechos de inseguridad, aquellos hechos de los cuales los individuos son víctimas o de los cuales toman conocimiento.
Sólo una vez que logremos comprender las raíces de estos hechos podremos dar la respuesta más acertada. En otras palabras, sólo analizando y conociendo el problema podremos elaborar la solución.
No obstante, su origen adquiere gran complejidad al saber que sus motivaciones son múltiples y dinámicas, puesto que son diversas y, a su vez, van cambiando a medida que avanzan las formas de marginación: desempleo, consumo de drogas, violencia, etc.
La pregunta que nos hacemos ahora es: ¿Cómo un individuo llega a delinquir?¿Qué situaciones lo llevan a robar, asesinar o estafar?
Sin lugar a dudas, la respuesta a estas preguntas resulta compleja cuando analizamos caso por caso; no obstante es fundamental que un sistema de seguridad pública se traduzca en un sistema de varios niveles de acción contra el delito: prevención, contención y reacción, condena, y reinserción.
Sólo poniendo suficiente énfasis en trabajar en el primer nivel de acción se podrá lograr reducir considerablemente la tasa delictiva.
Pero, ¿qué implica la prevención en este caso? Aquí es donde más se justifica el acceso a una educación de primer nivel para todos los niños y adolescentes. Sólo de esta manera ellos podrían pensar en planificar su futuro. Muchos países han demostrado que ello promueve la generación de oportunidades, lo cual facilita la inserción social. Pero generar oportunidades no se logra sólo con inversión de capital, sino con excelencia en el trabajo, con políticas que apoyen e incentiven.
En este mismo sentido, varios países en el mundo incluyen la educación dentro de sus políticas de planificación para la seguridad pública.

España:
En el caso de España se han dado acuerdos de cooperación entre los Ministerios del Interior, Educación y Ciencia, e Igualdad; el más importante de ellos reflejado en el “Acuerdo Marco de Colaboración, en Educación para la Mejora de la Seguridad.”

Estados Unidos:
El gobierno de los Estados Unidos ha incluido en su política de seguridad un proyecto denominado “Project Safe Neighborhoods: Anti Gang Training”(PSN), en el cual plantea hacer frente a la delincuencia que afecta a todas las comunidades del país mediante las mejoras en el conocimiento, la comunicación, y la coordinación de fiscales federales y locales, organismos encargados de hacer cumplir la ley federal, local y organismos encargados de hacer cumplir la ley estatal, y la libertad condicional. Todos los grupos de tareas PSN también incluir otros miembros, como representantes de los gobiernos locales, los proveedores de servicios sociales, los líderes de barrio, los miembros de la comunidad de fe, líderes empresariales, educadores y proveedores de atención médica.

Israel:
Israel ha incluido dentro de su política de prevención del crimen un proyecto denominado “The A.D.V. Project”, el cual está dirigido por el Ministro de Educación de dicho país, trabajando en coordinación con la policía y la autoridad antidrogas.
Este proyecto se encamina detrás de dos puntos clave:

- Para apoyar actividades sociales y comunales y las iniciativas cuya planificación y ejecución son interdisciplinarios e interinstitucionales;

- El reclutamiento, entrenamiento y despliegue, tanto en etapas de planificación y ejecución, de una amplia variedad de voluntarios, activistas y personalidades de la comunidad, por ejemplo, personal de la escuela y los activistas de la escuela (directores, coordinadores de áreas, los profesores forma, consejeros, psicólogos y activistas de los padres, las cifras de liderazgo entre los propios estudiantes, etc.)

En síntesis, sólo queda por decir es necesario considerar a la educación como el pilar central de todo sistema de seguridad pública, el cual siempre estará centrado en la disuasión y la prevención. Sin embargo, sus resultados sólo se observarán a mediano o largo plazo.

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