jueves, 1 de abril de 2010

SEGURIDAD CIVIL EN EL ESTADO DE DERECHO 1º Parte (1/3)

Comentarios sobre el libro La Inseguridad Social, del escritor francés Robert Castel, y la conflictiva relación entre Seguridad Pública y Libertades Públicas. 1º Parte

En la introducción de dicha obra Castel establece dos tipos de protecciones. Las protecciones civiles garantizan las libertades individuales y la seguridad de los bienes y las personas dentro de un Estado de derecho, y las protecciones sociales nos preservan de los riesgos que podrían llevarnos a una "degradación social" (enfermedad, vejez empobrecida, accidentes). Para el autor, las sociedades de los países desarrollados vivirían en el medio social más seguro que haya existido. A pesar de ello la preocupación por la seguridad permanece omnipresente.

Protección e inseguridad no son, entonces, conceptos opuestos y se interrelacionan y retroalimentan mutuamente. ¿Qué es estar protegido? No sería tener la certeza de dominar los riesgos posibles, sino vivir rodeado de sistemas que dan seguridad, los cuales pueden fallar, generando una frustración en las expectativas, lo que incrementa la sensación de inseguridad. La sensación de seguridad e inseguridad estaría dada, en configuraciones históricas diferentes, en relación con los sistemas de protección que cada sociedad adoptó oportunamente y las expectativas centradas en ellos.

El autor se introduce al tema haciendo referencia a la seguridad en las sociedades “premodernas”. Allí predominan los lazos familiares, de linaje y de pertenencia a grupos de proximidad, donde el individuo es tal, sólo en relación al orden jerárquico que ocupa, y la seguridad está dada por la pertenencia a estos grupos comunitarios. Castel aquí habla de protecciones de proximidad, dando como ejemplo las sociedades medievales donde las murallas de la ciudad feudal brindan al conjunto la contención y seguridad que buscan. La relación de vasallaje con el Señor feudal, que obliga a los súbditos a armarse en defensa de éste, genera también una protección contra las amenazas exteriores. Dentro de las murallas la pertenencia a grupos de oficios o cofradías de artesanos, etc., brinda a sus miembros condiciones de protección, al precio de la dependencia con esos grupos.

Sin embargo, en estas sociedades existe un factor de inseguridad interna, representado los por individuos y grupos que están fuera del sistema de protección-dependencia. Este peligro se personifica en la figura del vagabundo, ser errante, desafiliado y sin ocupación. El vagabundeo fue una gran preocupación social que llevó a adoptar medidas de corte represivo para intentar erradicar, sin lograrlo, esta amenaza a la seguridad interna y al orden establecido, ya que representaban un riesgo de agresión física y de disolución social...Continuará

Eduardo Livio

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